Acrílico rojo chillón

Por muchas vueltas que le doy no consigo entender qué me llevó a comprar seis madejas de lana acrílica de color rojo. Recuerdo que inicialmente eran para un jersey, mi primer jersey, pero ese rojo? Evidentemente y aunque yo creía que no, ese día tenía fiebre. Sé que no fui a trabajar porque estaba mala, y sé, que me escapé “un segundo” de casa a comprar lana para empezar el jersey…todo el mundo sabe que no hay mejor remedio para curar la gripe que tejer, no?
Ah! y ahora que lo pienso, también creo recordar la cara de horror de mi sambo cuando le enseñé la lana de ese color tan poco discreto.
Resumiendo, tengo 6 madejas de lana acrílica de color rojo vivo que hace un año decidí utilizar en una manta para el sofá. Compré lana de color negro, acrílica por supuesto, para que contrastara y no hubiera que ponerse las gafas de sol al entrar al comedor, y empecé contentísima mi manta. Tejí aproximadamente unos 30 centímetros de manta y eso fue todo, cayó en el fondo del cesto de las labores pendientes.

Hace un par de días decidí recuperar el proyecto (no hay nada como pasar frío durmiendo la siesta en el sofá) y llegué a la conclusión de que no me emocionaba nada el plan original. Después de muchas búsquedas encontré algo que me gustó.
Creo que tejer toda la manta en un solo bloque va a ser una pesadilla así que haré cuatro o cinco grandes y los coseré. Quedaría mejor con más colores pero me niego a seguir comprando madejas de acrílico cuando la finalidad de la susodicha manta es acabar con las que ya tengo…o por lo menos con parte de ellas.