3.5.07

Hace unos cuatro años cuando empecé a tejer paseaba mis dos proyectos (una manta de bebé y una bufanda) en una bolsa de plástico por toda mi casa. Unos meses después y ya harta de que se cayeran continuamente las agujas debajo del sofá y viendo que esto de tejer no parecía una afición pasajera, me decidí a hacer una pequeña inversión y comprar un cesto para guardar mis lanas y mi labor. Con toda la inocencia del mundo compré esto:





Si, estaba completamente convencida de que este ridículo cestillo me bastaba y sobraba para la lana y los proyectos...ah! en aquel entonces hasta que no terminaba uno no empezaba el siguiente, qué tiempos!


Hará un par de años al cambiarme de casa y por fin tener un buen sofá y un rincón que puedo llamar mío para tejer y ver la tele, me lancé y compré otro cesto más. Esta vez ya mucho más consciente de que jamás cabría todo el alijo ahí, pero con la idea de tener todos los proyectos en curso en un sólo lugar y no esparcidos por cualquier lado.



Finalmente no me quedó otra que comprar los dos cestos grandes que adornan ahora mi habitación.



Y es que, no nos engañemos, al final el alijo termina por cobrar vida propia y adueñarse de todo el espacio libre de tu hogar. Todavía, lo reconozco, me dá cierto remordimiento tener tanta lana acumulada aunque me voy haciendo a la idea sin mucho esfuerzo ;). Quizás, lo que de verdad si me molesta es el montón de ovillos a medias y alguna compra impulsiva y absurda que ocupan espacio y que no tienen muchos visos de que vaya a utilizar. Supongo que a base de ir coleccionando restos algún día tendré los suficientes para poderlos coordinar y tejer una manta para el sofá...pero hasta que llegue ese día los mantendré lo más alejados de mi vista que me sea posible.

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21 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lo tienes todo muy ordenadito. Yo tengo menos acumulado, pero más desordenado.

12:13 p. m.  
Blogger Lía said...

Lo del orden es bastante relativo...digamos que está todo fuera de la vista ;P

12:14 p. m.  
Blogger Désirée said...

Y que no te quedes ahí, que tu stash siga creciendo más y más...

12:43 p. m.  
Blogger maya said...

Yo ya voy necesitando uno de esos baules. Retraso su compra, a ver si asi me fuerzo a usar mis alijos. Los tuyos me gustan.

1:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Entiendo de lo que estas hablando.Es como una epidemia que se propaga, crece y crece y nunca disminuye. Yo ya tengo dos cestillos. ¿Venceran las lanas o yo podré con ellas?. Por lo que veo, seguro que ellas....

1:38 p. m.  
Blogger Azaharania said...

Si es que no tenemos solución, por más que prometamos que ya no vamos a comprar más... En fin, mejor disfrutar de un hobby que no tener ninguno ¿no?

4:03 p. m.  
Blogger Cannnela said...

Creo que le voy a enseñar tu post a mi madre. Piensa que estoy fatal de la cabeza y cada dos por tres me repite que para que necesito tanta lana, que no lo puede entender.La pobre se consolará pensando que algún día podremos hacer una reunión de laneras anónimas!

8:40 p. m.  
Blogger Lía said...

Cannela, me dá que tu madre va a considerar que no soy una buena influencia para tí ;P
Yo intento "consolar" al sambo con que la Yarn Harlot tiene una cantidad mucho más considerable de lana que yo, pero parece no funcionar...

9:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No hay peor ciego que el que no quiere ver... yo todavía no me resigno al monstruo de estambre que va creciendo poco a poco en el clóset de la segunda recámara. No he querido comprar recipientes especiales, por no darme más incentivos para seguir comprando. Pero bueno, algún día el cónyuge amante del orden se asomará al clóset y, si sobrevive al infarto, encontrará alguna manera de controlar aquéllo.

12:40 a. m.  
Blogger Ojos verdes said...

Creo que empieza a sonarme el tema... De momento he "desalojado" una parte del armario para meter los ovillos, el cajón donde habitan las cintas de video, ha sido ocupada por agujas y más ovillos...y me veo dentro de poco comprándome un baúl a lo Lía...

Por cierto, he terminado los calcetines!!!

12:16 p. m.  
Blogger Muir said...

Me parece que todas tenemos el mismo problema. :)) En mi casa se horrorizan de la cantidad de lana que tengo acumulada y de que no pueda evitar seguir comprando -y eso que procuro apartar de su vista la mayor cantidad posible-. Afortunadamente, tejo compulsivamente, aunque no al ritmo al que crece el alijo, claro. La idea de Cannela me parece genial, yo ya estaba necesitando las reuniones de laneras anónimas. ;))

1:03 p. m.  
Blogger Sneaksleep said...

¿Dónde me inscribo para las reuniones de laneras anónimas? Yo también empecé con un cesto pequeño. Ahora tengo llenos los 4 cajones del storage unit que tengo escondido en el clóset, rodeado de varias bolsas con nombres de tiendas de lana, cada una de ellas con por lo menos dos ovillos de lana para calcetines (eso es lo que compro cuando estoy fingiendo que poseo auto-control). ¡Ojala que mis manos pudieran tejer a la misma velocidad con que mi imaginación escoge proyectos nuevos!

8:04 p. m.  
Blogger lanas y tramas said...

Querida Lía: porqué tanta culpa??? Acaso los lectores no aman comprar libros, los amantes de la música cd's, los cinéfilos películas, etc. etc. etc.?? Y todo es bien amado y querido y guardado y atesorado al igual que nuestras lanas y agujas. Voto por un rincón lanero en las casas de cada una de nosotras!!! Y a seguir comprando lo que nuestro corazón nos pide.

11:02 p. m.  
Blogger Ammortus said...

Lía: yo tengo tu misma historia inicié con una pequeña canasta, luego otra y ahora son dos baules... solo que en dos años, lo peor es que cada vez que comparto con alguna tejedora me quejo de que no tengo casi nada en el alijo.... mi dulce esposo al principo sonreía nervioso al ver una nueva adquisición, con el tiempo ha llegado a un estado de aceptación, antes de tejer, bordaba punto cruz y era la misma conducta, por lo que creo que no se preocupa por mí. Yo creo que algún día llegaré a usar todo el material que tengo, la verdad es que no me da ya remordimiento...¡vaya un caso!
Saludos!

4:42 p. m.  
Blogger Pilar said...

Y por eso se les llama alijo, lo tenemos escondido, es tan grande que, en ocasiones, amenaza con echarnos de casa, y nos da un poco de verguenza que se sepa lo que realmente tenemos guardado. Ainssss, mejor ni te cuento :/

5:48 p. m.  
Blogger Lía said...

Alejandra, tienes razón, de dónde viene tanta culpa? quizás porque con los libros (y yo era de las que me dejaba medio sueldo en ellos sin remordimiento) el uso es más o menos inmediato y con las lanas es más a largo plazo...creo que de ahí viene ese cierto pudor a reconocer cuánta lana tiene una, pero me apropio de tu argumento y lo hago mío...la lana produce una doble satisfacción: cuando la adquieres y cuando (meses) después la tejes, así que son todo ventajas ;D

6:16 p. m.  
Blogger ruthie said...

jajaja que risa cada vez el cesto es más grande!!! a mi me pasa lo mismo y ahora en verano con la mudanza de vuelva a España no sé que voy a hacer madre mia!!!
xox

7:07 p. m.  
Blogger nadine said...

jejeje una nunca tiene suficiente espacio para lanas!

9:37 p. m.  
Blogger andrea said...

Mi alijo, que en mi caso más bien es como un arsenal, ha ido creciendo poco a poco durante casi 25 años (los que tengo de tejer) y no solo tengo estambres, por ejemplo, tengo todos los ejemplares de Vogue Knitting desde hace 13 años. Yo no tengo culpa,ya que mi mamá (que tiene como 54 años de tejer), tiene como 4 veces más estambres que yo. Solo me hace falta espacio y un cardiólogo para mi marido, que nunca había visto todo lo que tengo guardado hasta hace mes y medio que nos cambiamos de casa.

6:41 a. m.  
Blogger fifilota said...

ja ja ja... ¡qué graciosa la evolución! Te entiendo perfectamente... no se qué pasa, pero por más que lo intento el volumen de lanas en casa no disminuye y amenaza con echarme de casa... ¡qué peligro!

2:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Asi estoy empezando yo...ya estoy viendo que mi bolsa donde tengo todo ahora no le cabe mas nada!

3:07 p. m.  

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