Borneo (Malasia)

...más vale tarde que nunca, y aunque el viaje fué a principios de septiembre, creo que no he vuelto del todo. Ha sido mi primera experiencia en Asia y os confieso que me ha gustado mucho más de lo que podía esperar. No solo la naturaleza es brutal (o lo que va quedando de ella, porque tristemente la destruyen a un ritmo frenético), la gente es encantadora, la mezcla de culturas, la comida...

Al poco de volver una amiga me preguntó qué había sido lo que más me había impresionado y me sorprendí contestándole que la sensación de estar cómoda en una cultura tan ajena; al par de días de llegar, una vez que coges el ritmo, un día te paras y te das cuenta de que estás cantidad de agusto, que no te sientes "ajena", como me ha pasado en otros lugares mucho más cercanos.

Lo más difícil es sin duda cribar las tropecientas mil fotos que hemos hecho (el sambo especialmente, la mayoría son suyas!), a veces es imposible retratar lo que ves, aunque creo que no lo ha hecho nada mal..

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Otro sábado

en el campo, disfrutando de lo que queda de primavera...empieza el calor!









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Mantas

Los últimos meses los estoy pasando tejiendo mantas de arrullo y calcetines de bebé a destajo...por lo visto mis amigas han decidido quedarse embarazadas en masa así que no he acabado una cuando tengo que empezar otra nueva. Estas dos, una acabada y otra a medias, son las que tengo entre manos ahora mismo, pero todavía me quedan dos más por tejer. No dejo de dar gracias por los diccionarios de puntos!

Primavera

Después de un invierno de mucha lluvia el campo está ahora espectacular, hacía años que no se veía tan verde y lleno de vida...







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Cosas nuevas

para empezar la década con buen pie.
Un par de tardes he tardado en tejer este gorro, que si las cuentas no me fallan es el tercero de mi historia tejeril. Siempre he tenido multitud de patrones de gorros en mis listas pero llegado el momento siempre me cuesta y al final abandono antes de empezar. La madeja de Noro llevaba casi cuatro años en el alijo y eso que estaba más que claro que al tener sólo una su único fin era convertirse en gorro. El resultado no ha sido el que esperaba, ha quedado un poco ancho y flojo, pero la verdad es que me gusta bastante y pienso estrenarlo este fin de semana aprovechando la gloriosa ola de frío polar antes de que acabe y no lo pueda usar hasta el año que viene.

Lo que ha sobrado:

También hace sus buenos cuatro años que compré un huso (de hecho fue en el mismo viaje en el que compré la susodicha madeja de Noro) y no ha sido hasta ahora que me he decidido. ¿Por qué he tardado tanto? no lo sé la verdad, supongo que conociendo mi tendencia algo obsesiva siempre me he contenido un poco para no restar tiempo a tejer, que a su vez le resta tiempo a la lectura...o faltan horas al día o debería dormir mucho menos porque no doy abasto.
Finalmente estoy dando mis primeros pasos en el hilado con el libro Respect the spindle de Abby Franquemont como bibliografía básica y la incondicional ayuda de las chicas del grupo Las Hilanderas...muchas gracias a todas por la información y los ánimos, y muy en especial a Sunsun a la que llevo un poco atosigada con tanta pregunta ;P

Llámame Penélope...

A veces, los experimentos no salen como una espera...

Sábado

Porque a veces, volver a arrebujarte en la cama después de desayunar es simplemente la mejor opción....