Estado de la nación

Manta, de dimensiones épicas que le valdrá a mi niño casi hasta primaria, prácticamente a punto de acabar. Ahora mismo es más el follón de desenredar madejas que las vueltas que le faltan. (Guapa tu no desesperes que la manta la tienes antes de que venga el niño, prometido!)

Segundo calcetín que progresa adecuadamente pero que por ahora voy a dejar para tejer en el coche porque no hay prisa ninguna en acabarlo. Y es que, qué queréis que os diga, no hay nada mejor que los calcetines tejidos a mano (me repito ¿verdad?)...todavía están en buen estado los primeros que tejí, lo que quiere decir que ya tengo una buena colección en completo uso. Esto me ha hecho replantearme mi idea inicial que los calcetines tejidos salen caros más bien al contrario porque los comprados no me suelen durar ni una temporada...¿quién lo hubiera dicho?

No he podido evitar la tentación y he empezado un nuevo chal...Un poco antes de navidad hice un pedido a Retrosaria; la lana llegó y después de manosearla durante un par de días la metí en una bolsa y la alejé de mi vista. Pero ahora, que ya he cumplido con los mitones, que el calcetín es para tejer cuando no esté en casa y que la manta está casi acabada (aunque todavía me queden otras dos, en fin) pues he tenido que buscarme un proyecto fácil y ligero para alternar con tanta manta de arrullo.