No hay fotos, no hay avances en ninguno de los numerosos frentes abiertos en mis agujas, si ha habido por suerte algunos momentos robados para leer, en esta primera semana de cambio de horario. Estoy extrañamente animada teniendo en cuenta que el cambio no es para mejor precisamente, pero intento con todas mis fuerzas sacar algo en positivo. Quizás lo mejor con creces es que por primera vez en diez años de convivencia el sambo y yo podemos comer juntos a mediodía...algo tan habitual y cotidiano para nosotros es del todo extraordinario. Todavía estamos ajustando menús y horarios cuidadosamente ya que el tiempo es un poco justo, pero definitivamente merece la pena..
Pasar el día fuera de casa también tiene de aliciente que los fines de semana van a ser muy caseros o quizás igual de caseros que antes pero disfrutados de otra manera, también me vale.
Todavía tengo un montón de fotos que enseñar entre ellas los preciosos pendientes, anillo y pulsera que nos regaló Maya (gracias guapa!) aunque no prometo que vaya a ser este fin de semana...menos mal que mañana por fin es viernes.