25.10.09
23.10.09
Ultimamente se multiplican los proyectos, creo que intentaré acabar alguno antes de continuar con este frenesí de comienzos...entre otras cosas porque un segundo kit de agujas desmontables KnitPicks parecen ya demasiado ;)
Buen fin de semana...
Etiquetas: tiempo, vida tejer
19.10.09
Color
Mi última obsesión es aprender a tejer con dos colores...con una hebra en cada mano. Está siendo un proceso interesante, sobre todo al comprobar lo torpe que soy con la mano derecha, pero me animo pensando que ya pasé por eso cuando aprendí a tejer con la hebra en la mano izquierda y ahora me parece lo más natural del mundo.
Por ahora estoy contenta con los resultados aunque creo que tenso demasiado las hebras y empiezo a tener mis dudas si cuando acabe terminaré tenidendo una funda para las gafas (idea original) o una funda para el móvil (idea improvisada sobre la marcha). Una cosa es segura si volviera a empezar no lo haría con agujas de doble punta sino con una aguja circular, pero una vez que he avanzado tanto me niego a dehacerlo y volver a empezar.
Si estáis interesadas en el tema hay un blog con muchísima información llamado Fair Isle Knitting y por supuesto varios grupos en Ravelry, a mi me está resultando de mucha ayuda éste.
Por ahora estoy contenta con los resultados aunque creo que tenso demasiado las hebras y empiezo a tener mis dudas si cuando acabe terminaré tenidendo una funda para las gafas (idea original) o una funda para el móvil (idea improvisada sobre la marcha). Una cosa es segura si volviera a empezar no lo haría con agujas de doble punta sino con una aguja circular, pero una vez que he avanzado tanto me niego a dehacerlo y volver a empezar.
Si estáis interesadas en el tema hay un blog con muchísima información llamado Fair Isle Knitting y por supuesto varios grupos en Ravelry, a mi me está resultando de mucha ayuda éste.
Etiquetas: color knitting, Fair Isle, stranded
15.10.09
Blog Action Day: cambio climático
Siempre he pensado que el cambio climático es como los accidentes de tráfico o el cáncer…es algo que le pasa a los demás, generalmente a unos “demás” bastante lejanos y que no tienen nada que ver contigo pero la realidad es que eso no es así ni mucho menos.
Quizás mucha gente piense en un país como el nuestro que los medios de comunicación y los científicos son unos exagerados, que sí, quizás haya veranos con más calor, otoños con menos lluvias o inviernos casi sin nieve pero que la cosa no es tan grave. Realmente no nos paramos a pensar cómo ha cambiado nuestro entorno en los últimos años porque una inmensa mayoría no tiene ningún tipo de contacto con el medio natural ni por tanto es capaz de interpretarlo…en las ciudades estos pequeños signos siempre pasan más desapercibidos.
Pero sin lugar a dudas creo que una de las cosas más importantes que deberíamos aprender todos es que nuestras acciones no sólo nos afectan a nosotros y nuestro entorno sino al planeta entero como si de un enorme efecto mariposa se tratara.
De esta manera, mis hábitos y mis actitudes diarias contribuyen a que cuando uno tiene el privilegio de poder nadar en la Gran Barrera de Coral, no se encuentre con esto:
Montañas enteras de coral muerto, porque cada vez que sube, aunque sea mínimamente la temperatura, el coral muere, y desgraciadamente la temperatura no deja de subir….
Sino con algo así:
¿Qué podemos hacer ante la magnitud del desastre? Pues muchas cosas y en su mayoría con un mínimo esfuerzo por nuestra parte. Una de las tareas más bonitas es enseñar y aprender con tus hijos, sobrinos, primos, etc, a interpretar las estaciones, conocer las aves que invernan en la localidad, aprender los nombres de las plantas que nos rodean y que son comunes donde vivimos, partipar en el día de la tierra, las aves...en fin hay actividades para todos los gustos. Porque es imposible respetar y amar lo que no se conoce que mejor manera que haciéndolo con la gente que más quieres.
Etiquetas: Blog Action Day, cambio climático, cosas pequeñas, naturaleza
13.10.09
En las agujas....
Después de un verano casi en sequía tejedora he de confesar que en cuanto volví de las vacaciones me lancé cual posesa a tejer y si las cuentas no me fallan creo que llevo cuatro proyectos en danza a la vez. Quería enseñaros fotos de todos ellos pero en vista de que todavía no manejo con soltura la cámara nueva aquí van las unicas fotos que han salido medio decentes.
Y si, habéis leído bien, tengo una nueva cámara comprada en Nueva Zelanda...¿que por qué? pues porque por increíble que parezca perdimos la nuestra el último día que estuvimos en Australia, así que al llegar a Nueva Zelanda no nos quedó más remedio que comprar una cámara para salir del paso. Aprovechando que los precios allí son bastante más económicos que en España y que llevábamos un tiempo pensando en invertir en una segunda cámara la verdad es que el negocio salió redondo. Lo absolutamente fantástico es que conseguimos recuperar la vieja cámara justo el día que volvíamos a casa, después de unas cuantas peripecias, llamadas y mails eso sí, pero sobre todo gracias al empeño que pusieron en los empleados de DHL de Christchurch porque todo saliera bien...os he dicho ya que la gente en Nueva Zelanda es excepcional? ;)
Bueno, vayamos al lío...antes de irme terminé el Storm Cloud Shawlette, porque no hay mejor excusa que un viaje para tejerse un chal de lana en pleno mes de agosto, en fin...
A los pocos días de volver y a pesar de tener ya un jerséy a medias desde el mes de junio, publicaron este patrón en Knitty y no fuí capaz de contenerme. La lana va ya por su tercera reencarnación, he empezado varios proyectos con ella que he ido abandonado sucesivamente, pero creo que este es el definitivo entre otras cosas porque empezará a pulverizarse con tanto tejer y destejer.
Y por último y después de muchísimas dudas monté los puntos para el Muir que lleva en mi lista de patrones desde hace siglos. No es que necesite más chales la verdad pero tanto tejer punto del derecho empezaba a ponerme nerviosa así que elegí un proyecto calado que me dure bastante tiempo para ir quitándome el mono de vez en cuando.
Y si, habéis leído bien, tengo una nueva cámara comprada en Nueva Zelanda...¿que por qué? pues porque por increíble que parezca perdimos la nuestra el último día que estuvimos en Australia, así que al llegar a Nueva Zelanda no nos quedó más remedio que comprar una cámara para salir del paso. Aprovechando que los precios allí son bastante más económicos que en España y que llevábamos un tiempo pensando en invertir en una segunda cámara la verdad es que el negocio salió redondo. Lo absolutamente fantástico es que conseguimos recuperar la vieja cámara justo el día que volvíamos a casa, después de unas cuantas peripecias, llamadas y mails eso sí, pero sobre todo gracias al empeño que pusieron en los empleados de DHL de Christchurch porque todo saliera bien...os he dicho ya que la gente en Nueva Zelanda es excepcional? ;)
Bueno, vayamos al lío...antes de irme terminé el Storm Cloud Shawlette, porque no hay mejor excusa que un viaje para tejerse un chal de lana en pleno mes de agosto, en fin...
A los pocos días de volver y a pesar de tener ya un jerséy a medias desde el mes de junio, publicaron este patrón en Knitty y no fuí capaz de contenerme. La lana va ya por su tercera reencarnación, he empezado varios proyectos con ella que he ido abandonado sucesivamente, pero creo que este es el definitivo entre otras cosas porque empezará a pulverizarse con tanto tejer y destejer.
Y por último y después de muchísimas dudas monté los puntos para el Muir que lleva en mi lista de patrones desde hace siglos. No es que necesite más chales la verdad pero tanto tejer punto del derecho empezaba a ponerme nerviosa así que elegí un proyecto calado que me dure bastante tiempo para ir quitándome el mono de vez en cuando.
7.10.09
La última escala: Brunei
Cuando planeamos el viaje uno de los principales problemas era el precio de los billetes, irte a la otra punta del mundo no es económico. Pero después de muchísimo buscar encontramos unos billetes absolutamente baratos con las aerolíneas Royal Brunei. La primera pregunta que nos hicimos fue ¿y dónde está Brunei?
En fin, que en el viaje de ida a Nueva Zelanda una de las escalas era obviamente Brunei donde apenas si estuvimos un par de horas en el aeropuerto y durante las cuales nos surtieron de folletos varios sobre visitas turísticas por la capital. Esto se entiende perfectamente si se tiene en cuenta que en el viaje de vuelta la escala en Brunei es de 10 horas….si, 10 horas en un minúsculo aeropuerto es algo realmente duro, así que finalmente decidimos hacer un par de las rutas que nos ofrecían. La primera fue un recorrido en autobús por la capital que ofrecía gratis la aerolínea. El tour duraba un poco más de una hora pero estuvo muy bien porque la guía era encantadora y nos sirvió para hacernos una pequeña idea del país…sinceramente nuestros conocimientos sobre Brunei eran nulos. A lo largo del día descubrimos que casi todo el mundo te contaba más o menos lo mismo, básicamente lo maravilloso que es el sultán y lo bien que viven allí. Después de la visita en autobús por la ciudad nos dejaron en el centro donde más tarde nos reuniríamos con un guía que nos llevaría en un paseo por el río.
La verdad es que no pudimos ver mucho porque sólo teníamos un par de horas, no conseguimos un mapa con lo cual no queríamos arriesgarnos a perdernos y sobre todo porque había un 90% de humedad, la sensación de sofoco era abrumadora así que muy a nuestro pesar terminamos comiendo en un centro comercial al refugio del aire acondicionado, eso si por 6€ los dos nos pusimos quicos. No obstante como primera toma de contacto en Asia no estuvo mal y además la ciudad estaba muy animada porque era el último día de Ramadán o sea más o menos como Navidad aquí. Lástima no haber podido estar unas horas más para disfrutar de un par de mercados de comida que vimos al pasar en el camino de vuelta, pero bueno nos quedamos con el recuerdo fugaz de la ciudad y de un paseo absolutamente maravilloso por el río rodeados de selva y de monos.
Ah! una cosa más, Royal Brunei no sólo ofrece menú vegetariano a los clientes que lo soliciten sino que además dispone de tres menús a elegir: occidental, oriental e hindú, lo nunca visto. Desgraciadamente lo que no ofrecen bajo ningún concepto es alcohol (lo mismo que en Brunei, misión imposible tomarse una cerveza)…es lo que tiene viajar en compañías musulmanas, pero oye todo no podía ser.
Mercado recogiendo los puestos
Mezquitas
¡¿Los carros también son de oro?!
30.000 personas viven en palafitos en el río
Monos proboscis o narigudos
En fin, que en el viaje de ida a Nueva Zelanda una de las escalas era obviamente Brunei donde apenas si estuvimos un par de horas en el aeropuerto y durante las cuales nos surtieron de folletos varios sobre visitas turísticas por la capital. Esto se entiende perfectamente si se tiene en cuenta que en el viaje de vuelta la escala en Brunei es de 10 horas….si, 10 horas en un minúsculo aeropuerto es algo realmente duro, así que finalmente decidimos hacer un par de las rutas que nos ofrecían. La primera fue un recorrido en autobús por la capital que ofrecía gratis la aerolínea. El tour duraba un poco más de una hora pero estuvo muy bien porque la guía era encantadora y nos sirvió para hacernos una pequeña idea del país…sinceramente nuestros conocimientos sobre Brunei eran nulos. A lo largo del día descubrimos que casi todo el mundo te contaba más o menos lo mismo, básicamente lo maravilloso que es el sultán y lo bien que viven allí. Después de la visita en autobús por la ciudad nos dejaron en el centro donde más tarde nos reuniríamos con un guía que nos llevaría en un paseo por el río.
La verdad es que no pudimos ver mucho porque sólo teníamos un par de horas, no conseguimos un mapa con lo cual no queríamos arriesgarnos a perdernos y sobre todo porque había un 90% de humedad, la sensación de sofoco era abrumadora así que muy a nuestro pesar terminamos comiendo en un centro comercial al refugio del aire acondicionado, eso si por 6€ los dos nos pusimos quicos. No obstante como primera toma de contacto en Asia no estuvo mal y además la ciudad estaba muy animada porque era el último día de Ramadán o sea más o menos como Navidad aquí. Lástima no haber podido estar unas horas más para disfrutar de un par de mercados de comida que vimos al pasar en el camino de vuelta, pero bueno nos quedamos con el recuerdo fugaz de la ciudad y de un paseo absolutamente maravilloso por el río rodeados de selva y de monos.
Ah! una cosa más, Royal Brunei no sólo ofrece menú vegetariano a los clientes que lo soliciten sino que además dispone de tres menús a elegir: occidental, oriental e hindú, lo nunca visto. Desgraciadamente lo que no ofrecen bajo ningún concepto es alcohol (lo mismo que en Brunei, misión imposible tomarse una cerveza)…es lo que tiene viajar en compañías musulmanas, pero oye todo no podía ser.
Mercado recogiendo los puestos
Mezquitas
¡¿Los carros también son de oro?!
30.000 personas viven en palafitos en el río
Monos proboscis o narigudos
Etiquetas: Brunei, vacaciones, viajes